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jueves, 30 de junio de 2011

El Tesoro de la Ostra: Eclipse parcial solar en Cáncer 1 de julio 2011 (parte I)




“Porque donde esté vuestro tesoro,
allí también estará vuestro corazón”
Lucas 12:34                                  


El tercer eclipse del año, y el tercero en un mes,  no cabe duda esta constante interacción entre el Sol y la Luna ha cambiado radicalmente nuestras vidas en las últimas cuatro semanas.  Por supuesto,  es muy lógico que todos estemos muy pendientes de este eclipse  parcial solar en el signo de Cáncer, pues con este eclipse, inicia el último semestre del año.

No es casualidad (aunque cuando conoces de astrología ya nada es casual) que sea un Eclipse quien nos abra las puertas de la segunda mitad del año. Este es un eclipse solar, lo cual implica que bajo otras circunstancias se hubiese manifestado como una Luna Nueva y como ya lo he mencionado en repetidas ocasiones, Las lunas nuevas, son momentos para los inicios, para atrevernos a empezar un nuevo proyecto, un nuevo trabajo, incluso una nueva familia. Los novilunios marcan los comienzos, y la mejor forma de aprovechar esta Luna Nueva versión turbo es utilizar esta energía canceriana para conquistar todas esas metas que durante el primer semestre de este 2011 no pudimos cumplir.

Un eclipse solar en Cáncer que inicia la segunda mitad del año.. a ti, ¿qué te parece? ¿Qué crees que te quiere decir? Yo tengo algunas sugerencias, pero antes de llegar a ese punto tenemos que ahondar más en ese mundo acuático de una conjunción Luna-Sol en el signo del Cangrejo.

Del Círculo a la Esfera: De vuelta a la feminidad, al Matriarcado

La Luna, ese inmenso cuerpo celeste, o al menos así nos parece a la mayoría debido a su cercanía con la tierra, es la regente del signo de Cáncer. La luna blanca y brillante nos dá seguridad en la oscuridad de la noche, gracias a su control sobre la marea es que la vida existe en la Tierra. La Luna también influye en nuestro cuerpo, y en las mujeres esté efecto es aún más notorio. Sus ciclos menstruales son coincidentes con el ciclo lunar.  Así que hablar de la Luna es hablar de las mujeres. La Luna es femenina, siempre se la relacionado con diosas de la fertilidad, o al menos protectoras de los partos. La Luna, en todas las lenguas que derivan del latín utiliza artículos femeninos, no creo que exista alguien que diga “El Luna”.

La astrología sabe muy bien que la Luna no puede ser más que una dama, una mujer rebosante en feminidad. Su importancia es tal que representa en nuestras cartas natales, nuestra personalidad, el manejo de nuestras emociones. La Luna es emoción y sentimiento. Buscar una explicación a todos estos atributos femeninos que se le ha dado a nuestro satélite, sólo se puede lograr si nos vamos muy atrás en nuestra historia, hasta los tiempos de las cavernas, cuando el protohombre  relacionaba la figura circular del vientre de las mujeres durante el embarazo con la luna  llena. No es ningún secreto, que en un inicio fue el Matriarcado. Razón por la que también, en la mitología primero fue una madre diosa la que dio a luz al Universo, milenios antes que el Patriarcado lo sustituyera por un Dios Masculino y Creador.

La imagen de la mujer embarazada parece que fue el canon de la belleza de aquel tan primitivo entonces, las venus adiposas, lo demuestran así, ellas con sus curvilínea figuras, con su exceso de círculos, evocaban a la diosa Lunar. Sí, el círculo, incluso hoy en día es un símbolo de perfección, y el círculo es un símbolo lunar.

Hay tantos círculos mágicos, cargados de magia. La Rueda de la Fortuna del Tarot, La rueda del Samsara hindú, el Yin y el Yang. Es el eterno retorno. Es el aquí y el Ahora, pero también fue el allá y el entonces. La espiral que gira sobre si misma, sin inicio ni final, es por lo tanto también una figura muy representativa de la Luna.


La espiral se vincula entonces con el simbolismo cósmico de nuestro satélite, al simbolismo acuático de la concha, al simbolismo de la fertilidad, es el ir y venir, es la suma de los ritmos cíclicos de nuestra existencia, la espiral no es más que una imagen arquetípica de nuestra propia evolución.

Pero, aún tenemos otro círculo que también es Lunar, el circulo en 3D, sí porque estamos que ahora hasta tu televisor transmite en 3 dimensiones, imagínate un circulo en 3D. ¿Qué obtienes? Por supuesto… ¡una esfera! La esfera en conjunto con el cubo, son imágenes inequívocas de la perfección. Incluso existe una frase del famoso y muy reconocido Jorge Luis Borges la cual siempre me ha llamado la atención y la transcribiré aquí hoy: "Dios es una esfera cuyo centro está en todas partes y su circunferencia en ninguna" te diré porqué me llama la atención porque si Dios es una esfera,  y la esfera es lunar, y la Luna es la Gran Diosa Madre. Entonces con esta aseveración Borgiana hemos vuelto al inicio matriarcal.

Así, es también con este eclipse solar, el Sol, caerá ante el embrujo  lunar y estará a punto de desaparecer, una imagen que captura también la esencia de la feminidad.  Por eso, aunque quizás te resultó un tanto laberíntico este paseo por la prehistoria, las diosas lunares, los círculos, espirales y esferas. En todo momento no hice más que hablar de Cáncer, porque hablar de la Luna no es más que hablar de este signo, incluso su símbolo, que recuerda al seno materno, recuerdo también al Ying y al Yang. Para entender a la Luna tuvimos que remontarnos al pasado, para entender lo que busca Cáncer en nosotros, siempre tendremos que regresar al pasado.

Ahora sí, otro paseo por el laberíntico mundo de la espiral, del nautilos, para que termines ya por fin, de entender el mensaje que te tiene esta lunación.

La pureza de la perla

No existió en la antigüedad joya más fina y exquisita que la perla, hoy en día, la podemos obtener sin incurrir en tantos sacrificios, ni gastos, gracias a que pueden ser cultivadas.  Para que tengas una idea solamente, te diré que el joyero Jacques Cartier obtuvo su tienda en la quinta avenida en Nueva York, gracias al intercambio de un par de collares de perlas, esto, en el año 1916 y si nos remontamos unos cuantos siglos atrás, encontramos que  Vitelio un general romano financió toda una campaña militar, con tan solamente uno de los pendientes de perla de su madre.

La perla, también es una esfera, y se le relaciona desde épocas remotas con la Luna y cómo es de esperarse con el signo de Cáncer. La perla es de todas las joyas, la única que proviene de un ser vivo. Y no es simplemente, una piedra, como el rubí o incluso el diamante.

Alrededor de la perla, no es encontramos una infinidad de historias, relatos y mitos. Incluso con cierta constancia la misma Biblia hace referencia a ellas, y en el 21:21 del Apocalipsis nos encontramos como las puertas de la Nueva Jerusalén son doce perlas.  En el Hinduismo tenemos por ejemplo, que la presentación de una perla no perforada y su consiguiente perforación ha formado parte de la ceremonia ritual del matrimonio.  De estos dos ejemplos podemos concluir que la perla simboliza la pureza, en la inocencia, en la ausencia de pecado.

Podríamos decir entonces que el segundo mensaje de este eclipse se relaciona con el secreto de la perla:  El de mantener la pureza y la inocencia, aún cuando todo a  nuestro alrededor parezca manchado por el odio, y el rencor. La perla, la Luna protegerá a nuestro Sol, a nuestro ego durante los próximos seis meses de este año. Por eso, lo eclipsará. La perla es nuestro corazón, nuestros sentimientos, que hasta este momento estaban ocultos, en algo parecido a la ostra que oculta a la perla.

Cuando descubrimos el tesoro de la ostra, nuestro tesoro, nos damos cuenta que el corazón es nuestra más valiosa pertenencia, y que para que no devaluarla, debemos mantener siempre nuestra inocencia a toda costa, debemos ser puros sin importar si todos los planetas se nos vienen encima en forma de oposiciones o cuadraturas.






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