“Todos los ríos van al mar
y el mar nunca se llena;
al mismo lugar donde van los ríos,
allí vuelven a ir”
y el mar nunca se llena;
al mismo lugar donde van los ríos,
allí vuelven a ir”
Eclesiastés 1:7
Cuando ya nos habíamos hecho la idea de que el paso de
Plutón por Capricornio iba a ser eterno (2024) llega Neptuno a Piscis a
recordarnos, la importancia de sus tránsitos, y que al igual que Mr. P. puede
permanecer en un signo más allá de una década. Sí, hasta el 2026.
Desde hace unas semanas atrás Neptuno transita por el signo
de los peces, el signo de su propia regencia. Yo, por mi parte he estado
viviendo este tránsito alucinante con mucha interiorización, al punto que de
tanto meditar, pensar y repensar había dejado rezagada esta nota. Hoy, gracias
al ingreso del Sol en Piscis, he decidido por fin publicarla.
Las Olas:
Neptuno es el mismo mar, impredecible, bello y peligroso. Cada vez que interactúa con alguno de
nuestros planetas natales, sentimos su gran poder oceánico, una ola viene se lo
lleva todo, otra ola viene y trae de vuelta un poco de nuestro pasado. Ese
contacto oceánico será aún más evidente con Neptuno ya en Piscis, las
oportunidades de dejar ir nuestras tribulaciones se presentaran con mucha
constancia, las oportunidades para retomar situaciones en el pasado que habían
quedado en un punto de impasibilidad también
no las otorgarán Neptuno.
Aunque Neptuno en Piscis nos invita a la introspección, a
meditar, a mirar por decirlo de alguna forma
a las olas con su infinito vaivén, en
realidad su verdadero mensaje es sumergirnos en el mar, ir un paso más allá del simple
contacto de nuestros pies (por cierto, regido por Piscis) con la espuma del
oleaje. ¡Sumérgete en tu propio mar! Deja que todo fluya, arriésgate a sentir lo que no quieres sentir,
arriésgate a decir todo aquello que no te atreves a exteriorizar.
Recuperar el tiempo perdido:
Ningún reloj volverá sus manecillas atrás, sin embargo,
Neptuno es un planeta extravagantemente alucinante, el tiempo con él se funde y
todo vuelve a nosotros, no sabemos si fue ayer, si es hoy o será mañana, el
mundo de la relatividad es el verdadero mundo de Neptuno en Piscis. El deseo de ser uno con el todo, el mágico
ideal de la fusión perfecta es la esencia de este tránsito. En esa fusión no
existe el bien, no existe el mal, el perdón y el propósito de enmienda es lo
que debería de guiar cada una de nuestras acciones. El tiempo no volverá, el
pasado está ahí, pero su recuerdo queda
con nosotros, el futuro no sabemos a ciencia cierta lo que traerá, es en el
presente donde construimos lo que vendrá y para hacerlo, hay que reconocer
nuestros errores, es vital mirar atrás y recuperar todo ese tiempo mal gastado.
De vuelta a Ítaca:
Neptuno es el mar, esa es la primicia que debes tener
siempre muy clara. Neptuno en Piscis, es la totalidad de esa masa acuática que
cubre este planeta que muy “contradictoriamente” llamamos Tierra. Al tener esto en cuenta, sabrás entonces que
como el mismo mar, Neptuno está lleno de sorpresas, trucos, es temperamental e
intempestivo.
Ulises en la Odisea, se enfrentó a la furia de Poseidón y su
regreso a casa fue retrasado una y otra vez, el mundo acuático de Neptuno en
Piscis, es un mundo cargado de energía Yin, la seducción, las emociones entrelazándose
con más fuerza cada vez, el Sexo disfrazado de Amor, el autoengaño, la propia
victimización… Los hombres siempre caen, y terminan como los compañeros de
Ulises reducidos a lo más bajo, convertidos en cerdos.
¡Ten cuidado, mucho cuidado con Neptuno en Piscis! El mundo
es tentador, la carne es débil, el conocimiento que ofrecen las sirenas en su canto
místico es tentador, el vino que te ofrece Circe es quizás el más dulce de
todos, pero recuerda que en casa siempre hay alguien que teje y desteje por ti,
siempre recuerda quien te espera con ansías, no dejes que la neblina neptuniana
te haga errar por años como hizo con Ulises.
El monólogo interior:
Virginia Woolf, Marcel Proust y James Joyce, son tres
expositores de la literatura universal, expositores los tres de una tendencia a
la que luego se le llamo el fluir de la consciencia (stream of consciousness)
fundamente en el punto de vista descriptivo y muy interior, del narrador, los
patrones psicológicos se vislumbraban sin dificultad, la historia perdía
fuerza, mientras que el sentir del narrador gana preponderancia.
VirginiaWoolf Escribió “Las Olas”, Marcel Proust “En busca
del tiempo Perdido” y Joyce “Ulises” en estas tres obras me inspiré para narrar
lo que trae Neptuno en Piscis para nosotros,
desnudarnos es su propuesta, dejar de temerle a nuestras emociones, fundirnos
con el todo, dejar que la consciencia fluya hasta ese punto en donde la inconsciencia
toma el control y nuestras vidas empiezan de nuevo a tener sentido. Con Neptuno
en Piscis, como siempre lo he dicho, lo único que puedes es desnudarte y
lanzarte al Mar, si no sabes nadar, aprende, si ya sabes buceas, y si ya
buceas, ve en busca de “tu verdadero yo” ese que se esconde como un tesoro en
el fondo del este mar neptuniano.
Preciosa entrada.Me han encantado las notas literarias,yo ahora estoy leyendo Rayuela,en la que también se da el fluir de consciencia.
ResponderEliminarno tengo ni idea de lo que hará neptuno con mi luna...digo mal...lo que yo haré con neptuno por mi luna.
me encanta tu blog.