Relación Tauro con los signos de Aire: “Construir Castillos en el Aire”

El primer encuentro entre personas de estos elementos, es como abrir las ventanas de una casa vieja, el aire entra, y refresca el ambiente. El signo de tierra se siente rejuvenecido en ese ambiente cargado de ideas e intelecto, la monotonía no es una palabra que exista en el lenguaje de Aire (Géminis, Libra, Acuario), pero si estos signos no logran ofrecer a Tierra planes concretos y tangibles, sólo castillos, valga la redundancia, en el aire. La parte de tierra perderá el respeto por su pareja, y empezará a dejarle de lado, hasta un punto en que terminará siendo sólo amigos. También puede ocurrir lo contrario que Aire se canse de ese mundo cargado de materialismo y ataduras en que vive su pareja terrestre. El elemento aire es intangible, etéreo su mundo es el de las ideas, el de la mente mientras que para el elemento tierra su mundo es lo tangible, lo real. Si lo analizamos con detalle, nos damos cuenta, que este tipo de relación puede funcionar muy bien en el área laboral, las ideas que Aire aporta Tierra las puede implementar hasta hacerlas realidad. Pero, en el amor tarde o temprano el aire tiende a erosionar a la tierra, hasta llegar a convertirla en un desierto.

Tauro y Géminis: ¿Alguien tiene una Ritalina para mi pareja?

El signo de los gemelos es el que continua luego de Tauro y esto le otorga una oportunidad extra para intentarlo, Géminis con su energía tan juvenil, enloquece a Tauro, inicialmente el toro, se ve transportado a un mundo cargado de palabras sofisticadas, conversaciones tecnológicas, chistes irónicos, un mundo que por cierto va muy rápido....y esto al principio le resulta fascinante, pero si entre ambos no definen un proyecto en donde el metódico Tauro pueda gastar muchas horas de su tiempo, la relación puede venirse abajo. Como amigos y hermanos estos signos mantienen una relación cargada de altibajos, pero siempre terminan congraciándose, como matrimonio, si de por medio no hay hijos o aspectos favorables en ambas cartas astrales, la relación terminará de forma irreconciliable.

Tauro y Libra: ¿Muchas Venus en un mismo lugar?

El mejor intento con un signo de aire para Tauro sería evidentemente con Libra, pues ambos comparten a Venus como regente del signo. La diosa del amor y la belleza, les hace atraerse con facilidad, pero la personalidad venusina en Tauro, es muy diferente a la venusina en Libra. Esta pareja vivirán aventuras muy cargadas de erotismo y sensualidad, pero Libra siempre será más liberal que Tauro, y en algunos momentos de la vida en común el signo del toro querrá implantar sus propias reglas, Libra intentará seguirlas, pues libra siempre tratara de mantener el balance, pero en algún momento se dará cuenta que no puede seguir bajo ese “yugo” por mucho tiempo. La pareja Libra-Tauro es una de las mejores cuando se trata de inversiones, bienes raíces y arte. Así que si conoces de algún Tauro que necesite un socio para un proyecto en alguna de esas áreas ya sabes a cual signo debes recomendarle.

Tauro y Acuario: ¡otra salida más… y te dejo para siempre!

El menos compatible con Tauro de los representantes de los signos aéreos es Acuario. Trata tan sólo de imaginar la siguiente escena: Luego de seis salidas durante la semana, llega por fin el domingo, Tauro, por supuesto quiere descansar, es hora de trabajar en el jardín, de leer con calma el periódico, de escuchar Jazz y de repente, recibe un mensaje de texto a su móvil, en el cual su recién conocida pareja acuariana le recuerda que ya está esperándole para ir dentro de media hora a una fiestita con unos amigos. Tauro mira el reloj y se da cuenta que apenas son las 9 de la mañana, y se pregunta, ¿pero si apenas hace tres horas llegué a la casa?....Ahora, lo entiendes, Tauro, no puede llevar ese ritmo de vida... el ritmo acuariano. El signo de Acuario es patrimonio de la humanidad, quiere conocer más y más personas cada día. Tauro por el contrario, lo único que quiere muchas veces es conocerse mejor asimismo. Tauro quiere casarse y Acuario, se siente muy joven para eso, de hecho, considera que ese verbo ya ni se quiera se utiliza.