Este 10 de octubre (11 de octubre en el hemisferio oriental)
tendremos la dicha de presenciar, el primero de los tres trinos que nos tiene
preparado Saturno en Escorpio con Neptuno en Piscis. Los otros dos restantes
ocurrirán el 11 de junio del 2013 y el 19 de julio del 2013. A partir de hoy y durante todos estos próximos
10 meses, esta energía tan mágica nos estará acompañando, por supuesto, las
fechas que te mencioné son en las que tendremos aún más fortalecida tal
vibración.
Los trinos son aspectos muy favorables, la energía de este
aspecto fluye con naturalidad, de hecho se le relaciona con la empatía, con el
número 3. Así que tres trígonos enfatizan el poder del número 3, un número que
tiende a repetirse en los cuentos que escuchábamos de niño. Los 3
cerditos, Ricitos de Oro, los tres
deseos, y muchos otros. Por esta razón y a sabiendas que detrás de este trígono
Saturno en Escorpio con Neptuno en Piscis, se vislumbra la recompensa de ver
como nuestros sueños se ven por fin materializados, como si nuestra hada
madrina agitara su varita mágica y dijera las palabras mágicas.
Ningún sueño se construye de la noche a la mañana, de la
misma forma que Saturno no llegó de repente a formar este trino desde Escorpio.
Para tal efecto, vimos y vivimos como el señor de los anillos fue avanzado por
los últimos grados del signo de Libra hasta llegar por fin al signo acuático
del escorpión, mientras esto ocurría
(desde principio de año) Saturno y Neptuno se venían preparando para
este momento, pues técnicamente hablando se encontraba ya en trino, eso sí, un
trino inexacto, pues la alianza se daba entre dos diferentes elementos (Saturno
en Libra: Aire y Neptuno: Agua) y no el
mismo como en realidad es un trino perfecto.
Hoy, ya Saturno se localiza en un signo de agua, el agua
caliente de todas, esa que mana desde el interior de nuestro planeta y es lanzada por los geiseres pero
agua al fin, y Neptuno en Piscis, en el agua más misteriosa, confusa,
enigmática y a la vez fabulosa: esa extense manto de agua marina que cubre a todo este planeta que
irónicamente llamamos Tierra.
Neptuno en Piscis es el mundo onírico, las imágenes de
nuestra inconsciencia, los misterios de lo incomprensible a toda nuestra
lógica, es el mundo de lo intuitivo en su máxima expresión. Su energía fluye
como el agua, pero, es una energía increíble y alucinante, tan alucinante que
uno de sus peligros es el de vernos atrapados en nuestra propia irrealidad y
cuando eso pasa, simplemente, el agua neptuniana se ha estancado y con ella
nosotros.
En cambio Saturno es tangible, material, realista, concreto,
aun cuando se ubica en Escorpio, un signo intuitivo también, instintivo y
pasional. Saturno sigue siendo el planeta que gobierna la forma y la
estructura. Saturno, es el trabajo duro
y constante, y Saturno en Escorpio entonces sería el trabajo duro y constante
que estás dispuesto a realizar sin importar si mueres en el intento, pero, el
trabajo que satisface tus necesidades primarias, porque recuerda en Escorpio,
el sentido de supervivencia es muy predominante.
Por eso, esta combinación es la flexibilidad que necesita
Saturno y a la vez es la estructura que necesita Neptuno. Es el trabajo arduo
que necesitas para concretar tus sueños, alcanzar tus metas. Saturno es la
cristalización y cuando pensé en eso, recordé esta mañana las zapatillas de la
Cenicienta.
Curiosamente, los pies los rige Piscis, por lo que unas
zapatillas son muy, muy neptunianas, el cristal pues Saturnino. Pero, no solo
hay matices neptunianas en esta historia, la pobre Cenicienta ha sido
esclavizada, martirizada por años, por sus hermanastras, haciendo el trabajo
sucio de sol a sol, viendo pasar el
tiempo sin avanzar, sin que nada cambie (todo esto alegoría clara de Saturno)
Incluso la hada madrina aparece y aun así le condiciona a llegar a más tardar a
la medianoche (¡otra vez Cronos de por medio!) el resto ya lo sabemos, pierde
una zapatilla, vuelve a su vida aburrida y esclavizada, pero, ya el tiempo
(Saturno) y la magia (Neptuno) habían hecho lo suyo. Y ya nada terminaría como
pensó en un inicio nuestra Cenicienta.
Se dice que al entrar Saturno en Escorpio el signo de la
transmutación el Plomo (Saturno) se convertirá en oro, pero, físicamente
hablando para que esto ocurre necesitamos maleabilizar al plomo, y que mejor
forma que con el agua neptuniana.
El plomo se convierte en Oro, durante este tránsito, tus
sueños se cumplen, pero, ¡ojo,! sólo aquellos en los que has trabajado
arduamente incluso cuando todos se han reído de ti, o te han criticado por
soñar despierto.
El plomo se convierte en Oro, Cenicienta en princesa, tú en
quien realmente querías ser y colorín
colorado, el cuento se ha acabado, o como dicen otros: “ Vivieron felices y
comieron perdices”.
Gracias, Daniel Bolanos!
ResponderEliminarWow Daniel! todo los que escribes deja una enseñanza maravillosa de lo que el cosmo influye en nosotros.
ResponderEliminarMe llama poderosamente la atencion lo que escribiste sobre la entreda de Júpiter a 0 grado de Cáncer, me gustaria saber cual es su influencia sobre
cada uno de los doce signos
Mil gracias, soy una tauro con ascendente en libra y eres muy acertado