“¿Cómo vive esa
rosa que has prendido
junto a tu
corazón?
Nunca hasta ahora
contemplé en el mundo
junto al volcán
la flor”
Poema XXII
Gustavo Adolfo
Bécquer
Este 17 de abril Plutón
iniciará su movimiento retrógrado lo hará a los 15º33’ de Capricornio y
retrocederá hasta los 12º58’ el día 25 de septiembre cuando finalice su
retrogradación y vuelva a estar directo. El recorrido retrógrado de Plutón
coincide con los mismos grados recorridos durante los meses de noviembre del
2014 hasta abril del 2015. La publicación que le dedico a Plutón retrógrado
siempre ha contado más de mí que cualquier otra publicación, seguramente esta
no será la excepción seguro entre estas líneas como suele pasar se colarán
gotas de sangre y alguna que otra lágrima.
Los que me han
seguido desde aquel ya lejano 2009 cuando empecé a publicar acerca de
Astrología de forma regular en las redes sociales habrán notado que durante todos
estos años he vivido tránsitos muy plutonianos, desde la cuadratura a mi Sol en
Aries (que a la vez está en oposición con Plutón en Libra), al ingreso de
Plutón en mi ascendente Capricornio y ahora cada vez más Plutón se acerca a mi
Luna en Aries y en algún momento estará en cuadratura exacta con ella. Así que
sin duda, puedo decir que en todos estos años he conocido muy de cerca lo que
Plutón puede ofrecer.
Se dice que los
planetas muestran toda su gama de colores cuando retrogradan y aquellos que
hemos catalogados como “Transpersonales” “Invisibles” o simplemente “transsaturninos”
se muestran incluso más agresivos que nunca.
Quien por ejemplo ha nacido mientras Plutón estaba retrógrado sabrá que
dentro de sí se encuentra una fuerza vital que no poseen otros, una fuerza a la
que a veces teme, pero, que sin duda es una de sus mayores fortalezas (y para
variar yo estoy en esa lista!) Cuando se nace con Plutón retrógrado también es
cierto que en los momentos del año en que este planeta vuelve a estar
retrógrado los eventos más transcendentes de tu año ocurrirán. Cuando Plutón
está retrógrado es simplemente más plutoniano.
Ser más
plutoniano implica estar más lejos del Ego y más cerca del Alma, esto es fácil
de tener en cuenta, cuando recordamos que si estuviéramos en Plutón el Sol será
una estrella más del firmamento, ser vería como vemos desde la tierra a Alfa o
Beta Centauri las estrellas más cercanas a nuestro planeta. Para Plutón el Sol
es un punto lejano que no genera calor,
que no da luz. Y quienes saben algo de simbolismo encontrarán un paralelismo
entre el Ego y el Sol, así que a Plutón lo que menos le importa es lo que tu
Ego quiera manifestar, Plutón va por lo distante, lo lejano, lo que yace muy
dentro de ti, lo que a veces ni tú mismo conoces de ti. Cuando Plutón está retrógrado no va en búsqueda
del Ego, ni de tu cuerpo va en búsqueda de que tú reconozcas a tu alma. Cuanto más
lejano estés de esa conciencia es posible que las pruebas que te dará Plutón
estarán haciendo que todo penda de un hilo incluso tu propia vida. Ya te dije a Plutón no le interesa tus
logros, no le interesa lo que tú hallas conseguido, le interesa lo que
realmente eres, para Plutón la muerte no es más que un estadio, como también lo
es la vida.
Plutón retrograda
a mitad del signo de Capricornio, a mitad del segundo decanato de este signo de
Tierra, un decanato que según la tradición caldea está influido por la energía
de Marte. Al ser Marte el planeta de la lucha por la identidad, y Plutón el de
la Muerte y la resurrección, podríamos inferir que durante esta fase retrógrada
de Plutón, nuestra lucha será con nosotros mismos, dejando atrás todo lo que ya
no sirve, lo que no tiene sentido, todo lo que nos aleja más de la liberación de
nuestra alma.
A Plutón lo hemos
suavizado mucho, le hemos dado casi matices románticos como si se tratase de un
personaje de una novela gótica del siglo XIX, pero, más allá del seductor
Vampiro de Brad Stocker o del Heathcliff de Bronté. Plutón es una fuerza
intempestiva no de la naturaleza, sino del propio Destino, de todo aquello que
está más allá de nuestro control. Cuando Plutón llega a nuestras vidas la
vivencia puede ser un torbellino de pasión, desenfreno como el de estos
personajes, pero, al igual que ellos no podemos pretender que todo terminará
con un final feliz, porque en realidad lo único que busca Plutón y en especial
en su fase retrógrada es que tengamos un final sin importar si es el que
buscamos o no, pero, sí el que merecemos.
A Plutón también
lo relacionamos con el renacer del Fénix
y volvemos a caer en la ilusión de una imagen fabulosa de un vuelo de aquel ave
mitológica, pero, pocos son capaces de contarnos que realmente viviremos una
calcinación, que posiblemente lo perderemos todo y que nos dolerá per secula
seculorum, aunque no lo vamos a admitir con facilidad. Pasamos el tránsito y
quedamos fuera del huevo, pero, el ave fénix está ahí pero parecemos más un
polluelo recién nacido, necesitaremos calor, tiempo y mucho afecto para poder
dar el salto y volar. Plutón es tremendo y radical, pero, no por eso, no es
bello y su belleza también se exalta durante su fase retrógrada, cuando estamos
dispuestos a trabajar de su mano, cuando accedemos a su poder y no luchamos en
su contra
Relacionamos la
rosa blanca con la resurrección es el simbolismo estandarte del mismo Plutón,
tan es así que en el arcano mayor XIII del tarot, la muerte la lleva en su
bandera, recordándonos que todo son ciclos que lo puro se mantendrá puro. Sin
embargo, volvemos a la idealización de Plutón a ver su seducción, su poesía,
queremos encontrarnos esa rosa blanca (incluso yo quisiera hacerlo y entregársela
a quien la merece, dársela en sus manos, sin importar si luego me desplome
muerto), pero, también hay rosas negras, de una enigmática belleza, son
escazas, de hecho de forma natural solo crecen en Halfeti, una localidad en
Turquía. Sin embargo, vivimos más a Plutón como esa extraña rosa que nos
confunde con su tonalidad sombría, que con la anhelada rosa blanca inmaculada.
La Rosa negra de
Halfeti, con su extraña belleza nos recuerda que incluso dentro de los momentos
oscuros, en los momentos de mayor desesperación, cuando parece que nunca va a
amanecer, cuando parece que nunca saldremos del agujero, podemos contemplar la
belleza que hay también en la oscuridad, podemos ver las rosas y no solo
esperar que todas sean blancas, Plutón en su fase retrógrada en Capricornio un
signo regido por Saturno, por el planeta que relacionamos con el tiempo nos
recuerda aquello que el Ego es impaciente porque su tiempo es limitado, el Alma
es paciente porque sabe que es Eterna.
Así que
bienvenido Plutón a tu retrogradación, yo esta vez me siento preparado, ¿lo
estás tú?
Daniel
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